"Work4Progress: un ejemplo de plataforma de innovación social para el desarrollo humano sostenible. Un paso más allá del modelo de alianza multiactor"

La Agencia Estatal de Investigación (en adelante, AEI), organismo en el que presto mis servicios como empleado público, financia, dentro del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023[1] a través de los fondos europeos NextGenerationEU, convocatorias como, por ejemplo, Proyectos de Colaboración Público-Privada, cuyo objetivo es el apoyo a proyectos de desarrollo experimental en cooperación entre empresas y organismos de investigación con el fin de promover el desarrollo de nuevas tecnologías, la aplicación empresarial de nuevas ideas y técnicas, y contribuir a la creación de nuevos productos y servicios[2].

Por otro lado, la AEI forma parte de diversos programas, consorcios e iniciativas de programación conjunta a nivel europeo e internacional, estando representada en sus órganos de gobierno. La finalidad de estas iniciativas es promover la colaboración internacional en materia de investigación científica. Gracias a su adhesión a estas iniciativas, la AEI financia anualmente a un importante número de grupos españoles que forman parte de proyectos colaborativos entre varios países y en diversas áreas científico-técnicas[3].

Me atrevería a decir que, en los casos citados, la AEI tan solo actúa como entidad financiadora sin llegar a establecer una alianza multiactor o un modelo colaboración público-privada en los que intervenga como representante de la Administración General del Estado junto con otros socios públicos y privados y/o con una organización del tercer sector con el fin de contribuir a la consecución de alguno de los ODS de la Agenda 2030.

Esta ardua búsqueda de alianzas multiactor que propone el Reto 2 me ha llevado a descubrir la Revista Diecisiete, dirigida por Carlos Mataix, director del Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la Universidad Politécnica de Madrid (itdUPM), y el evento “Alianzas multiactor y plataformas de innovación abierta”, de El Día Después, plataforma de reflexión y acción dirigida a alcanzar un desarrollo sostenible, mediante la transformación económica, social y medioambiental[4].

Como señala Gorka Espiau, editor del nº 2 de la revista, la misión de esta publicación consiste en “reflexionar sobre cómo abordar problemas complejos relativos a los ODS en el ámbito nacional e internacional desde un enfoque sistémico (por tratarse de una situación compleja y global que requiere aunar esfuerzos y opiniones muy diversas para poder encontrar soluciones que tengan mayor impacto) y ofrecer las herramientas que se pueden utilizar para conseguirlo, no solo desde una perspectiva teórica, sino también práctica”.  En palabras de Mataix, “su reto es poner sobre la mesa la importancia de las alianzas y las plataformas abiertas y sociales”.

El trabajo de Espiau, asesor del programa Work4Progress (en adelante, W4P) de la Fundación Bancaria “la Caixa” y director del Agirre Lehendakaria Center (Universidad del País Vasco), consiste en la creación de plataformas de innovación social en escenarios de máxima dificultad[5].

Interesado por su intervención en el citado evento y su mención a la labor de la Fundación “la Caixa”, he acudido a la web de la entidad para obtener más información sobre el Programa de Innovación para la promoción de empleo W4P. Se trata de un programa cuyo objetivo es generar nuevas oportunidades de empleo para mujeres y jóvenes mediante plataformas abiertas de innovación social en India, Mozambique y Perú a través de consorcios de colaboración entre organizaciones de la sociedad civil locales, sector privado, Administración, universidades y ONGD españolas[6].

La principal novedad de este programa es la incorporación de nuevas herramientas y metodologías. En mi opinión, la más novedosa es la escucha e identificación de necesidades y prioridades comunitarias (investigación etnográfica) antes de ponerse en marcha el proyecto (para que puedan ser percibidas como propias y conectadas a las opiniones que se recogen en la fase de diagnóstico) y la cocreación o codiseño y prototipado de nuevas soluciones (todos estos son los principios fundamentales para la sostenibilidad de este proyecto en el tiempo). Es decir, antes de implantarse el proyecto, la comunidad ha expresado sus verdaderas necesidades y aspiraciones. Por lo tanto, no se trata de un proyecto aislado, cerrado e inmóvil y no susceptible de ser modificado, en el que no se pueden cometer errores durante su implementación. Durante su ejecución se ha ido adaptando a las nuevas soluciones promovidas por la propia comunidad en la que se trabaja, al ámbito cultural local al que va dirigido (cocreación). La comunidad se convierte, de esta manera, en un agente de cambio y se empodera[7].

Espiau afirma que “hasta el momento se ha puesto más énfasis en la implementación de proyectos que en escuchar profundamente los retos y potencialidades de cada comunidad para construir sus propias soluciones. Cuanto mayor y mejor es el conocimiento de esta dimensión cultural (los valores o las creencias), más efectivos pueden ser los proyectos”.

Por otro lado, la posición de la Fundación “la Caixa” no se limita a la asignación de recursos financieros, sino que actúa como un socio facilitador a lo largo del proceso, desarrollando acciones de formación, intercambio y escucha activa al servicio de todas las organizaciones participantes. Se descartan así soluciones predominantemente “expertas”, “de arriba hacia abajo”[8].

Desde este humilde blog, animamos a la AEI a adoptar un nuevo enfoque, abandonando el tradicional rol de financiador de proyectos para establecer una alianza sólida junto con otros agentes públicos y privados y conformar, por qué no, una plataforma de innovación social como la del programa W4P.

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[1] El Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023 es fiel al complejo contexto que nos ha tocado vivir, centrando sus objetivos en el refuerzo de la I+D+i en los sectores más estratégicos tras la pandemia: salud, transición ecológica y digitalización, además de avanzar en el desarrollo y afianzamiento de la carrera científica. En https://www.ciencia.gob.es/InfoGeneralPortal/documento/e1f1deb1-7321-4dd9-b8ca-f97ece358d1c

[2] https://www.aei.gob.es/convocatorias/buscador-convocatorias/proyectos-colaboracion-publico-privada-2021

[3] https://www.aei.gob.es/colaboracion-internacional/internacionalizacion-aei

[4] https://diadespues.org/

[5] https://fundacionlacaixa.org/documents/10280/820864/plataformas_que_activan_la_innovacion_es.pdf

[6]https://fundacionlacaixa.org/es/programas-sociales/cooperacion-internacional/empleo/work-4-progress-think-tank / https://fundacionlacaixa.org/es/programas-sociales/cooperacion-internacional/empleo/work-4-progress/que-hacemos

[7] Los ODS que identifico en este proyecto son el ODS 1 ―fin de la pobreza; los habitantes a los que va dirigido el proyecto desarrollan su propio negocio en el ámbito local en el que han nacido sin necesidad de tener que emigrar a otra zona más desarrollada―; ODS 2 ―hambre cero; el área local en el que se implementa el proyecto prospera económicamente, erradicándose el factor hambre―; ODS 5 ―igualdad de género; la mujer se convierte en empresaria y adquiere una emancipación económica―; ODS 8 ―trabajo decente y crecimiento económico; las comunidades, al ver que hay mercados para sus productos, se embarcan en este proyecto de transformación socio-económico―; ODS 10 ―reducción de las desigualdades; no olvidemos que este proyecto impacta de manera positiva en la calidad de vida de la población misma: jóvenes y mujeres― y, por supuesto, ODS 17 ―alianzas para lograr los objetivos; se crea una sinergia fructífera a través de la unión del sector privado, Administración, universidades, ONGD españolas y, por supuesto, sociedad civil local, a quien se la ubica como auténtica protagonista de la plataforma― (probablemente esté obviando algún ODS más).

[8] https://fundacionlacaixa.org/documents/10280/820864/plataformas_que_activan_la_innovacion_es.pdf